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miércoles, 30 de septiembre de 2009

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¿Por que siempre nos damos cuenta de las cosas que hemos perdido cuando ya no podemos recuperarlas? Pero de nada sirven las lamentaciones ¿verdad? Ni ponernos a revolver como locos los armarios o hacerle el boca boca a sentimientos que ya no estan ahí...y querer recuperar el tiempo perdido a fuerza de vivir más a prisa, o pedir perdón cuando ya no queda nadie quien nos pueda perdonar nada. Hay tantas cosas que hechamos de menos. .No importa lo que perdemos. Una camiseta vieja, un libro, el amor de nuestra vida. Lo perdido perdido está para siempre.

martes, 29 de septiembre de 2009

Las nuevas tecnologías en la educación

La aparición de lo que en su momento se llamaron
“Nuevas Tecnologías” en las últimas décadas del
siglo XX ha sido la causa de la llamada “Revolución
Digital”, revolución que, a diferencia de otras anteriores,
ha conseguido que los cambios y las transformaciones
derivados de lo que hoy se llaman “Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones” (TIC), se hayan
producido muy rápidamente en todos los ámbitos de la
sociedad.
Efectivamente, las TIC y en especial Internet se desarrollan
y se incorporan a la vida de los ciudadanos a una velocidad
vertiginosa. Los efectos que Internet y sus múltiples
aplicaciones tienen en la vida de los ciudadanos, de
las empresas, de las instituciones y de los gobiernos se
han manifestado en menos de una década. Por otra parte,
si miramos a nuestro alrededor, se observan muchos
cambios en la forma de comunicarse, de organizarse, incluso
de trabajar o de divertirse. Se ha confi gurado una
nueva sociedad, la nueva “Sociedad de la Información”
(SI) también denominada, si damos un paso más, “Sociedad
del Conocimiento”, que se caracteriza por la posibilidad
de acceder a volúmenes ingentes de información y
de conectarse con otros colectivos o ciudadanos fuera de
los límites del espacio y del tiempo.
Ante esta situación, cabe plantearse cuál ha sido el efecto
de las “Nuevas Tecnologías” en la educación. A simple
vista, parece que el impacto producido ha sido menor que
en otros ámbitos y que, en esta ocasión, la educación no
ha cumplido con su tradicional papel de palanca de cambio.
Sin embargo, una refl exión más profunda plantea
que lo que hay es un gran retraso debido a las implicaciones
de los cambios en la educación, que suponen no
sólo invertir en equipamiento y en formación sino en un
cambio de actitud o de mentalidad, y este proceso lleva
su tiempo.
Además, hay muchas otras razones que explican la lentitud
en el proceso de incorporación de las TIC a la educación,
como la carencia de recursos fi nancieros, el insufi
ciente apoyo institucional o la difi cultad de adaptación
por parte de los docentes. Aunque, en realidad, lo más
determinante para que se produzca el cambio es tener
claro que las TIC en la educación suponen una vía para
mejorar la calidad de la enseñanza y un camino para dar
respuesta a las nuevas exigencias que plantea la SI. Incorporar
las TIC a la educación no sólo es un desafío,
sino que se convierte, hoy, en una necesidad para que los
jóvenes puedan desenvolverse sin problemas dentro de
la nueva sociedad.
Algunos autores, como Seymour Papert o David Cavallo,
consideran que las TIC son no sólo una oportunidad sino
también la excusa perfecta para introducir en la educación
nuevos elementos que realicen una transformación
profunda de la práctica educativa. Hay que preguntarse si
las TIC son las causantes del necesario cambio educativo
o son sólo una vía que puede facilitar un cambio ya anunciado
y sentido por la comunidad educativa. Un cambio
hacia una educación que se oriente a enseñar lo útil para
la vida y para el desarrollo de la personalidad teniendo en
cuenta las peculiaridades de cada individuo.
Surgen gran número de interrogantes, como por ejemplo
si las TIC se están incorporando en los centros escolares
de nuestro país únicamente desde un punto de vista tecnológico
o también desde una perspectiva pedagógica y
en qué medida, o si existe algún tipo de valoración de
la efi cacia de las TIC para la mejora de la calidad de la
enseñanza. Estas y muchas otras cuestiones piden una refl
exión profunda para conocer dónde nos encontramos y
hacia dónde vamos.
Desde una visión positiva de las potencialidades de Internet
y del resto de las aplicaciones, como herramientas
de cambio de la práctica educativa, este estudio, en la
medida de lo posible, quiere ayudar a entender que la incorporación
de las tecnologías a la educación depende de
muchos factores, entre los que resultan esenciales la formación
y la actitud de los docentes, así como la voluntad
de la comunidad educativa de perseguir una educación
más flexible e integradora, más cercana al mundo exterior
y más centrada en las individualidades del alumno.
También se parte de la convicción de que la integración
de las TIC en este ámbito no es fácil y exige una entrada
progresiva, acorde con los numerosos cambios que se
tienen que realizar.
Por último, se quiere transmitir que la correcta aplicación
de las TIC en la educación puede compatibilizarse
con algunos de los viejos patrones y debe tratar de evitar
situaciones que desemboquen en analfabetización tecnológica
o exclusión social